sábado, 25 de abril de 2009

200 Km München – Sendling – Furstenried – Wangen – Kloster Schäflarn – Egling – Einöd – Bad Tölz – Lenggries – Fall – Wallgau – Walchensee – Kochel am



link a la ruta en Wikiloc para que os la podáis descargar y cargarla en vuestro dispositivo GPS

Hola a todos.

Hoy ha sido para mi un día especial, la semana empezó un poco negativa respecto a Alemania; me explico, empecé a sentir la morriña que todos tenemos de nuestro lugar de procedencia. Eche de menos a la familia, amigos, etc. y además a la Sierra de Madrid en mayúsculas. Hace cerca de tres años que ruedo con mi bicicleta por: Navacerrada, Cotos, la Morcuera, El lato del León, Canencia, Nava fría, Abantos, Miraflores, etc.

No se si ha sido como un conjuro divino o antidivino, pero hoy se han conjurado todos los astros para brindarme un día perfecto, por no decir insuperable, de bicicleta y montaña.
Hoy he rodado solo con mi bicicleta por las faldas de los Alpes, rodeándome un marco incomparable y una aureola perfecta.

La ruta que me ha salido ha sido: München – Sendling – Furstenried – Wangen – Kloster Schäflarn – Egling – Einöd – Bad Tölz – Lenggries – Fall – Wallgau – Walchensee – Kochel am See – Bichl – Königsdorf – Wolfratshausen – Grünwald – Talkirchen – München.


En Lenggries la verdad que ha sido donde ha comenzado a tornarse todo de un color especial, pero cerca del lago Sylvenstein, la verdad que todo ha empezado a encajar.

En Sylvenstein, se puede disfrutar de unas vistas insuperables; el lago, las montañas, el sol son unas paletas de colores muy difíciles de superar.


El siguiente pueblo es Fall, es muy pequeño, pero es un buen sitio para poder hacer la pausa y recargar las baterías.


El camino entre Fall y Wallgau se hace duro, pero toda la energía renace de nuevo cuando se llega a Walchensee y Kochel am See.

Son unos pueblos pegados a unos lagos, o unos lagos pegados a unos pueblos, en los que perderse unos minutos o horas observando el paisaje es casi una obligación.

La vuelta a casa después de todo lo recorrido y visto ha sido mas fácil de lo habitual. Y como os podéis imaginar, llevando en las piernas los 200 Km y lo visto hoy, la verdad que deja un buen recuerdo y el deseo de repetirlo cuanto antes.

Un saludo y nos vemos en la carretera.

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