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Que gran día hoy. Si un día se planea para que salga redondo, normalmente sale torcido. Pero días como hoy, que no se planean y van saliendo redondos, se disfrutan mucho más.
Me he levantado a eso de las seis y media, para poder salir a correr una hora y veinticinco minutos. Como os podéis imaginar, a eso de las seis y cincuenta cuando he comenzado a correr, estaba todo muy oscuro. Me he juntado con gente que volvía de una gran noche de fiesta, mientras yo comenzaba la mía. Lo de correr de noche no es una cosa destacable. Pero lo de ver amanecer con las zapatillas de correr puestas, no tiene precio. Que sensación tan alucinante ver como poco a poco hay mas luz, hasta que desaparece completamente la oscuridad y te ves inverso en el nuevo día. El frescor de la mañana, las sensaciones de estar corriendo, que grande!!!!.
Después de este éxtasis existencial, he hecho la transición para salir con la bicicleta. He quedado con Venancio a las nueve menos cuarto. Alberto esta lesionado, sigue con sus problemas de gemelos. Con lo que hoy no he podido quedar con él, una pena que no mejore y se junte con nosotros.
Con la bicicleta hemos terminado haciendo dos horas y media. Pero antes casi incluso de empezar Venancio ha pinchado en la rotonda del cementerio de Villalba.
Hemos estado dando la vuelta por Cerceda, Soto, etc. A la vuelta, Venancio ha llamado a José Maestre (el mejor ciclista profesional que ha existido nunca), que estaba a punto de empezar una carrera de orientación en Moralzarzal. Aquí tenéis en exclusiva la foto del evento:
Y como colofón a un día tan completo, hemos entregado Estibaliz y yo a Maria y a Venancio el “carro perfecto”. Con el que Arianna va a disfrutar de muchas horas de paseos, carreras y todo lo que se le ponga por delante.
Ahora, después de haceros un resumen del día, entendéis porque ha sido un día perfecto. No se pueden hacer mas cosas en menos tiempo, jeje.
Un saludo y nos vemos en la próxima salida con el “carro perfecto”!!!
Me he levantado a eso de las seis y media, para poder salir a correr una hora y veinticinco minutos. Como os podéis imaginar, a eso de las seis y cincuenta cuando he comenzado a correr, estaba todo muy oscuro. Me he juntado con gente que volvía de una gran noche de fiesta, mientras yo comenzaba la mía. Lo de correr de noche no es una cosa destacable. Pero lo de ver amanecer con las zapatillas de correr puestas, no tiene precio. Que sensación tan alucinante ver como poco a poco hay mas luz, hasta que desaparece completamente la oscuridad y te ves inverso en el nuevo día. El frescor de la mañana, las sensaciones de estar corriendo, que grande!!!!.
Después de este éxtasis existencial, he hecho la transición para salir con la bicicleta. He quedado con Venancio a las nueve menos cuarto. Alberto esta lesionado, sigue con sus problemas de gemelos. Con lo que hoy no he podido quedar con él, una pena que no mejore y se junte con nosotros.
Con la bicicleta hemos terminado haciendo dos horas y media. Pero antes casi incluso de empezar Venancio ha pinchado en la rotonda del cementerio de Villalba.
Hemos estado dando la vuelta por Cerceda, Soto, etc. A la vuelta, Venancio ha llamado a José Maestre (el mejor ciclista profesional que ha existido nunca), que estaba a punto de empezar una carrera de orientación en Moralzarzal. Aquí tenéis en exclusiva la foto del evento:
Y como colofón a un día tan completo, hemos entregado Estibaliz y yo a Maria y a Venancio el “carro perfecto”. Con el que Arianna va a disfrutar de muchas horas de paseos, carreras y todo lo que se le ponga por delante.
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Ahora, después de haceros un resumen del día, entendéis porque ha sido un día perfecto. No se pueden hacer mas cosas en menos tiempo, jeje.
Un saludo y nos vemos en la próxima salida con el “carro perfecto”!!!
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